jueves, 12 de junio de 2014

Adolescentes clasificándose como "bipolares"

Más de una vez, vi cierto cartel rondando por internet que salió de aquella página llamada "Desmotivaciones". Sobre todo por la particularidad de ser un cartel que, como todos los demás, no describía una situación de la vida, sino que describía a un tipo de persona:


Todo lo que dice ahí me hace pensar que lo habrá escrito algún adolescente; esa es la sensación que me da. Esa forma en que exagera aspectos de la personalidad solo pueden venir de un adolescente. 

No quiero meter el dedo en la llaga, pero la verdad sea dicha: es muy estrafalario ver que alguien generalice de forma TAN grosera y barata. ¡Y encima comparándose con un trastorno mental, algo tan delicado y grave como eso! 

¿Alguien puede explicarme de donde sacó este chico/chica que el Trastorno Bipolar se basa en criterios TAN comunes y subjetivos como ser "sensible", "insoportable", "irritable", "risueño", "piadoso", etc.? 

Quizá no sea para tanto. Quizá la creación de ese cartel pudo no haber ido con la intención de hablar en serio. Quizá sólo sea un inocente chascarrillo a modo de ironía sobre las actitudes de ciertos adolescentes, y estaría fenómeno que sea así.

Pero el problema es que (en su momento) vi compartida esta imagen por bastante gente que se sentía identificada con esto y que se lo tomaba sumamente en serio. Ya empezaban a autorotularse de "bipolares" y eso me resultaba muy preocupante, porque podía verse la rapidez con la que se estaba deformando el auténtico concepto de ser alguien clínicamente diagnosticado como bipolar.

Así que, a modo de respuesta, me gustaría explicarlas a aquellos adolescentes que se sientan identificados con este cartel (si es que llegaras a leer esto) para que te quedes más tranquilo.

Partamos de esta base: la adolescencia es una transición repleta de inseguridades, de temores, de confusiones y de demandas por parte del chico. No es para menos; es un niño o niña que está en proceso de convertirse en un hombre o mujer, y es por eso que necesitan mayor contención que nunca, pero al mismo tiempo están en vías de individualizarse. Hay mayor necesidad de sentir su pertenencia como personas (véase las famosas "tribus urbanas", repletas de adolescentes con los mismos gustos, las mismas formas de vestir, formando grupos donde se sienten seguros y contenidos). La tarea de los padres es acompañarlo en ese proceso, entender que es el momento de crisis y cambio más importante de la vida, y que la superación de esa etapa le va a permitir al adolescente convertirse en hombre o mujer.

Y ahora, me gustaría que me leas un rato, adolescente. Porque lo que te pasa es completamente común:

Desconfiar de la gente es algo bastante esperable cuando pasás por una seguidilla de malas experiencias. Hay maneras y maneras, pero basta con decir que algunas personas son más tolerantes que otras en cuanto a la traición de esa confianza. Es entendible el miedo que genera conocer a la próxima persona si venís de otra situación en donde dañaron tu confianza pero... ¿Cómo hacemos para relacionarnos con la gente sin un mínimo de confianza? No se podría hacer prácticamente nada, ni en la escuela, ni en el trabajo, ni en ninguna situación donde se involucren dos o más personas.

Encariñarse muy rápido es, irónicamente, una contradicción de la frase anterior. Porque obviamente para tomarle cariño a alguien rápidamente, es porque sin duda depositaste toda tu confianza en esa persona (por determinadas actitudes, cosas en común, etc.). Entonces, ¿cómo es el asunto...?

Ser sensible no es ni más ni menos que una característica más en la personalidad. No hay mucho para explayarse, algunos son más (o menos) sensibles que otros.

Ser "a veces" insoportable es algo bastante subjetivo. Creo que lo más acertado en esto sería preguntar: ¿Sos "insoportable" porque elegís ser así, o porque los demás te etiquetan como tal? Porque hay una gran diferencia entre pensar que se puede ser "insoportable" y que los demás te traten de "insoportable" por muchísimas cuestiones.

Estar con amigos, pero a veces preferir estar solo depende de qué situación es la que motiva a hacer una cosa o la otra. Uno podría salir con amigos, por ejemplo, para "escapar" durante un rato del conflicto familiar (en el caso de un adolescente), o incluso no salir porque se piensa que no debería preocupar a esa familia estando en la situación que está, lo cual genera culpa que quizá los mismos padres le hayan inculcado.

Enojarse rápido, pero después arrepentirse rápido me suena a dos posibilidades: o estar sin rencores, o sentirse culpable de ese enojo. No necesariamente deberían ser esas. Todo depende de la razón por que te hayas enojado y de que manera te afectó hasta el punto de enojarte. Si es en base a un daño real, perfecto. Si no, entonces no se si valdría la pena ensañarse tanto con eso, porque arrepentirse rápido también me suena a no hacerse cargo de ese enojo y obviar las consecuencias que podés tener si hubo realmente alguien perjudicado.

Tener "esos días" en los que "no quiero hacer nada"...¿realmente es algo como para considerarlo "bipolar"? Por supuesto que no. ¡Pasa por la simple razón de que NO tenés ganas de hacer nada en ese momento! Nuevamente, dependiendo de la situación valdría la pena averiguar por qué no hacés nada. Recién sería un problema si TODOS los días no querrías hacer nada.

"Me encanta salir" vuelve a ser una contradicción. Justamente hace un ratito "no hacías nada"... 

Ok, creo que empiezo a entender de donde viene esta confusión. Tomar la palabra "bipolar" como algo normalizado y que justifique el hecho de que a veces hay ganas de hacer alguna cosa, y otros días hacer otras. 

Pero vuelvo y repito: ser bipolar es algo totalmente distinto... es un trastorno mental que afecta tu calidad de vida. Para que te des una idea, si realmente tuvieras un trastorno bipolar, habrías fracasado la gran mayoría de las veces que trataste de relacionarte con todo tipo de gente en todos los ámbitos (familiar, laboral, escolar, social, comunitario, etc). Y hablo de "fracaso" como un punto casi irreversible, cosa que de ninguna manera es tu caso.

No ser nada "normal" es bastante interesante, porque si vamos al caso... ¿Qué es ser normal? ¿Hay alguna ley que te diga cómo construir tu personalidad? Si me lo preguntás, todos somos raros. Y si hay alguien que dice considerarse "normal", desde ya te digo que esa persona tiene bastante miedo de ser excluida por ser como quien quiera ser, y elige mantenerse en una "normalidad" que impone alguien que no tiene derecho a eso. El mismo Dr. House lo decía: "Normal no es normal"...

Pensar en la muerte siempre resulta desagradable para cualquier persona. La muerte implica nada menos que el final de tu propia existencia, que tu vigencia en este mundo se terminó sin posibilidad alguna de retorno. ¿Suena horrible? Sí, y mucho; pero es una realidad. Es por eso que es importante que una persona tenga proyectos a lo largo de su vida... ¿Qué sería de nosotros si no tuviéramos nada de eso? Nada, porque enfrente nuestro nos estaría esperando aquel señor con la guadaña, ja. Bromas aparte, esos proyectos son los que mitigan lo más posible el advenimiento de la muerte, porque además nos ayuda a vivir más plenamente.

Reírse de todo tampoco le veo mucha importancia. De hecho lo más saludable que pueda existir es reírse de uno mismo. La cosa cambia si nos riéramos del sufrimiento ajeno o con la intención de lastimar a otro.  Fuera de eso, no debería haber inconvenientes.

Tener días de deprimirse sin motivo puede ser indicador de muchas cosas. Pero por sobre todo te preguntaría qué cosas te deprimen, ya que a la larga o a la corta se termina descubriendo siempre cuál es el foco de esa tristeza (sobre todo por el hecho de manifestarse como "sin motivo"). No te culpo, seguramente tendrás muchas dudas, mucha incertidumbre. No sé si sirva de mucho, pero te aconsejaría que no te preocuparas: tenés toda una vida por delante para resolverlas. 

Creer mucho en las personas es más o menos igual a lo que dije más arriba sobre la confianza. Más de lo mismo. Con el tiempo la experiencia te vuelve menos incrédulo, pero también hay que tener la predisposición de que no todo el mundo se va a aprovechar de tu confianza. Es imposible prever eso.

Y perdonar pero no olvidar, bueno... podría ser bueno o malo dependiendo de la situación. Todo depende de cómo te haga sentir esa persona después de ese daño. Incluso después del perdón puede hacerte seguir estando incómodo o inconforme con su presencia. Llega un momento en que la prioridad es cómo te sentís vos y qué te genera eso, sin importar que la otra persona se vaya de tu vida o no.  

Y bien, ahora que ya aclaramos bastantes cosas... digamos que no es tan trágico como parecía, ¿no? 

Construir la personalidad implica un proceso largo y denso, y esto se termina de concluir en el final de la adolescencia. Lastimosamente siempre hay gente que no entiende esto, incluso a esta edad tan primordial. Por lo que veo, "etiquetarse" como algo específico parece tranquilizar a más de uno. ¿Por qué? Quién sabe... 

¿Será para establecer alguna especie de normalidad? ¿De no parecer un "bicho raro"? O peor... ¿Será para evitar la incomprensión y el rechazo de esa típica gente bruta que no tiene mejor idea que meterse en asuntos ajenos?

Hay de todo. Si fuera ese el caso, yo creo que no valdría la pena hacer tanto lío por la opinión ajena. Si la contención y los límites se hacen de forma adecuada, no debería haber problemas para que reflexionen y logren madurar respecto a eso (y no necesariamente por edad lo estoy diciendo: mucha gente supuestamente "grande" es más inmadura que un adolescente, sirviéndose de métodos bastante infantiles). 

Lo que creo que sería más sano es, en vez de hacer que escuchen a un otro, que primero se los escuche a ellos qué tienen para decir. Más de uno se sorprendería con lo que pueda descubrir...

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